ANTEPASADOS

Escribo cartas de ánimo a mis muertos,
para animarme,

para qué preparen mi llegada
a toda la nada. 

Me reflejo en el papel y me sale el poeta, 

el poetiso indeciso, me miro al espejo,

y me siento capaz, tan tenaz, me siento audaz.

Me enciendo la T.V. 

Y las pateras y las vallas me despiertan, 

las fronteras me susurran cobarde, cobarde, cobarde. 

Y recuerdo a mi abuelo Víctor y su guerra

y a la Señora Rosario su eterna tierra.

ASÍ QUEDARÍA, CON MÉTRICA,

Y LISTO PARA QUE LO DESPEDACEN LOS CRÍTICOS,

POR HABER MEZCLADO UNA RIMA PROVENZAL Y UN QUINTENTO

RIMA PROVENZAL


Escribo cartas de ánimo a mis muertos,
para animarme, sí, para animarme,
Para presentarme sin angustiarme,
a la nada de vacíos injertos.
Confuso aedo.
Miro al espejo,
y veo un viejo.
Me siento incapaz, 
más parezco audaz.
La tele avivo.
Las pateras junto a las vallas me arden, 
las fronteras me gritan y me ofenden.
Oigo: cobarde, cobarde, cobarde. 


QUINTETO ENEASÍLABO ARTE MAYOR

Y es entonces... cuando recuerdo...
recuerdo a mi abuelo materno.
Mi abuelo Víctor, y su guerra,
y a Rosario su eterna tierra,
donde nunca existió el invierno.