Introducción


"Hay que detenerse un momento, y mirar al cielo en vez en cuando, y darse cuenta de que A VECES, tienes que hacer las cosas AHORA...
en vez de más TARDE... porque LUEGO... LUEGO puede ser dentro de un montón de años y LUEGO, puede ser ya demasiado TARDE... y lo siguiente a NÚNCA... JAMÁS."

a la libertad...

a la libertad...
Todo lo que no ha salido de mi jaula se encuentra en cursiva

El CUCHARERO

lunes, 27 de octubre de 2014

El hermano de Leandro
nos dejó hace tiempo.
En su taller cercano al campo,
sin su permiso se ha instalado,
un silencio polvoriento.

Las arañas en lo oscuro,
un gran ejercito han formado
y sus telas han conquistado,
rincones, cajones, y un trapo,
un olvidado trapo harapiento.



Huérfana, quieta,
duerme su herramienta.
Amiga, compañera,
de su trabajo, de su mesa.
Mientras por su puerta,
sin pensar en ello,
sin darse cuenta,
mi yo caminante pasa,
andando, pasa.
Y volando en la brisa
su aura me acompaña.
Su aura se aprovecha,
se aprovecha de mí.
Aterriza y se aposenta
en el hueco que deja...
que deja tras de sí,
el cuerpo
en movimiento,
de mi yo caminante,
de mi yo viajero.
 


La brisa se convierte
en ráfaga...
ráfaga de racheado viento.
Y por un momento
mi aliento...
naufraga.
Bajo la cabeza.
Tomo aire,
tomo estampa.
Y te acometo viento.
Te meto calma.
Ahora que conozco tu talento
estáte tranquilo y descríbemelo.

Descríbemelo,
ahora amigo.
Y si no puedes,
describeme su testamento,
pues tú eres su único heredero.
Del sobremonte solo el viento.
Viento...
eterno acompañante
de mi pensamiento

No me digas,
qué sólo me acompaña tu frío.
No me digas...
qué por el camino del cementerio,
va, moribundo un madero.
No me digas... qué ya lo siento.
No me digas...por favor.
No me digas...
que va caminando sin su dueño.
Caminando 
arrastras compañero,
por tierra húmeda y lodo de un sueño.

Menos mal que me recuerdas
que del madero fue dueño,
el corcovado carpintero.
No te olvides amigo viento,
que también fue dueño,
del taller...
del taller y sus sueños.

Y de éstos,
tan solo quedan restos...
restos de una puerta verde,
pintada en febrero.
Y si alguien la abre,
quedará enchordicado
en su banco olvidado.




Pero no quedará,
su trabajo olvidado.
Cucharas, enseres,
montones de clavos,
amigos de martillos,
rusientes, sin brillos.
Punteros afilados.


La materia prima
nunca olvidada,
de boj la madera.
Por su buril moldeada,
por sus manos acariciada.
Nunca olvidada,
su madera amiga
compañera de su vida.


Se quedaron huérfanos
los guisos de Dorita.
También huérfanas,
las sopas de Adela.
Ya no gozaran sus calderos
de las circulares vueltas
de sus cucharas de madera.
Nudos vetas fibras astillas
se quedaran olvidadas.
Formones, afilados,
también olvidados.
Se quedaron con el serrín
sus posturas en la silla,
los momentos débiles
de floja incandescencia,
haz de luz de su bombilla
haz de luz, poca luz
que se quedaba corta,
para iluminar sus ojos,
y guiar sus manos
por su amiga la madera.


Ya no llamará a su bastón,
el que un día fue
hijo de su madera,
para que le acompañe
hasta el salón de la aldea,
para echar un leño,
a la comunitaria chimenea.

Y este es el fin.
Tan sólo queda serrín.

OVEJAS sin PASTOR (a ÁNGEL)

lunes, 20 de octubre de 2014

Ha salido un día soleado,
deber ser un falso verano
momento de otoño templado.

Y es aquí en esta pradera
donde nace la hierba
y mi palabra,
donde mi mirada
se cruza con ellas,
y les pienso y les hablo:

No os amo con locura,
pero me deleitáis
con vuestra mirada,
libre de asombro.

Bajo mi cabeza y encuentro,
el suelo fecundado
de el último paso
de vuestra digestión placentera.
Quedáis pocas por este campo.

Pienso.




Vuestro pastor 
ya no os sube a Puerto.
ya no suenan los esquilos,
solo vuestro balar
navega por el viento,
llamando a vuestro padre.
Padre adoptivo.
Pastorcillo errante.


Y yo tan sólo tengo,
de su andar el recuerdo.
Y yo tan sólo huelo,
la lavanda
qué impregnó,
en un pañuelo.
Trozo de tela
que habitó
en su bolsillo,
y ahora habita
en el mío.


He compartido
con él.
Con él y con vosotras,
minutos y momentos.
Se me fue un amigo,
se me fue su sorna.
Se fue y os dejo huérfanas,

Os dejo a Dorita,

tan sólo a Dorita.
A mi, la añoranza
de su fuego
en su casa.
Y es ahora,
en esta aldea
que lo vio nacer.
Es donde se me despierta
este poema.
Vosotras,
con vuestra lana pasajera,
aún podéis hacer
algo por él.
Despertar mi guitarra
y está noche,
a la luz de la lumbre,
le mal cantaré.
Uniré el crepitar
de la leña,
con un acorde menor.
Y le preguntaré
en voz alta.
Aunque ya sé la respuesta
¿Donde se encuentra mi amigo?
¿Donde?
Vuestro pastor.

Foto tomada por Ander

Y ahora levanto la cabeza
Y me imagino
un susurro en el cielo,
un acorde que no existe.
El graznido mudo
del Milano del Sobremonte.



Me recuerda a tí, pastorcillo errante.

Y me recuerda también 
que te fuiste un frío día de diciembre.
Se murió una amistad sin fin.
Tu nombre:
Cinco letras.
Tu nombre:
Ángel.
En un eco de dulce miel,
tu nombre completo:
Ángel Pérez Acín.

Mi MAPA del TESORO

jueves, 16 de octubre de 2014

Tengo un mapa del tesoro
guardadito en mi cabeza,
sin cofres, ni monedas de oro.
Al río que lo cruza,
lo he borrado de este mapa,
y con él, la desesperanza.






Aún de noche,
casi al alba,
intento besarte.
Y mi brújula
no me indica,
el camino a tu boca.
Y veo en el mapa
junto a una palmera,
el síndrome
de mi abstinencia.


Estoy solo,
en este desierto de gente.
Los piratas con corbata,
me indican la salida
muy amablemente.
No me quieren comprar,
la locura de mi mente.

Y es que nuestro dinero 
ya lo han gastado
fastuosamente.





A ver si me funciona
esta loca brújula
y te doy un beso,
si encuentro tu boca.

EL COLOR de mi NIEBLA

miércoles, 15 de octubre de 2014


El color de mi niebla
lo pintas tú,
con los colores
de tus humedades.

El color de mi niebla
lo pintan también de colores,
tus pequeñas  ilusiones.

El color de mi niebla
es un tarareo,
una melodía
de cuatro acordes.

El color de mi niebla
acompaña mis años,
con pequeños besos
que rodean mis sueños.

El color de mi niebla
si estás tú, 
es blanca pasajera.

Y si la tarde se despeja
me dibujas los cariños,
con nubecillas y besos.

El color de mi niebla
a veces me hace un guiño
y reluce sobre el negro,
de tus medias y corpiño.


El color de tu niebla
es el mismo que el mío.
Por eso sueño,
que estoy siempre contigo.

HOMENAJE a MANOLO CHINATO

Un día de éstos,
tengo que visitar,
no sé si sólo
o acompañado,
el valle del Jerte.

¿Querrás tú acompañarme?
Tranquila que no voy a confesarme.



Un día de éstos, sí.
tengo que visitar,
esa Extremadura
dónde fui vasallo
dónde hice la jura.

Y aprovechar
a pasar por Salamanca
por su corazoncillo:
el Puerto de Bejar.

Para hablar,
tan sólo hablar
con Manolillo.

Y de paso, preguntarle,
a ver si la ha encontrado.
a ver si yo la puedo encontrar.
Esa palabra de tres letras,
que lleva la blanca paloma,
atada a su boca.

Aunque ya sé la respuesta,
la quiero oír en su bar,
de su voz ronca,
de su libertad.

Y pasar la tarde
dibujando palabras,
para formar cinturas
y soñar con las musas.

Y por la noche,
a jugar,
a contar estrellas.
Gana el que encuentre la luna,
y no valen empates,
y tampoco prórrogas.

Acuérdate de mí,
de mi yo anónimo.
Aunque no me conozcas,
Chinato,
Manolo.
Con tu permiso...

Manolillo
Chinato.

De SOÑAR CONTIGO

De soñar contigo 
me llene los bolsillos.
De soñar contigo,
de tanto soñar contigo,
no me cabían
ni las llaves,
ni sus brillos.

De soñar contigo,
mis sentimientos
dobladitos,
cómo las cartas de amor,
en los bolsillos 
de los soldados.



De soñar contigo,
sueño con tu voz,
que acaricia
mi sordo oído,
con el recuerdo
de tu susurro.

¿Donde te encuentras?
Que no te veo.
Que en los caminos,
sólo me acompañan
los desgarros
en mis sombras,
de mis compañeras
las zarzamoras.

Y junto a mis pasos,
el recuerdo,
de tu pecho
contra el mío.

Y a la Nostalgia, 
le comento:
Que no encuentro
la salida,
si no sueño contigo.

Que ya hace mucho tiempo,
y parece que han pasado,
no años, sino siglos.
No busques en mis bolsillos,
que ya hace tiempo
que están vacíos.

HOMENAJE a TABLETOM


PRIMERA PERLA

Lo grande y lo verdadero
no tiene ni patria ni dueño
yo soy libre cuando sueño
porque desprecio el dinero
y solo en soñar me empeño




SEGUNDA PERLA

Río Guadalmedina
donde jugue de chavea
eso sí que eran pedreas
y canutos y almencinas
Vendía en  calle Cotrina
los "lucky triki" el "boquera"
treinta caunys de pulsera
se sacaba del abrigo
infancia de pan de higo
frente al cuarte de Natera
y a la plaza de la O
volvieron las golondrinas
a fumarse en las esquinas
posturitas de cien duros
y así me puse maduro
floreciendo en las aceras
a ver si te enteras ya,
en las aceras.


TERCERA PERLA
"LA PARTE CHUNGA"

Bella contradicción, enigma amado,
la rosa se eterniza en las tabernas.
Lesbiana juventud, muestra las piernas,
para que el viejo Dios viva endiablado.

A fuerza de ternura y de botellas,
logramos que también Dios tangueara.
Era normal de Dios que se endiosara,
y llamase Señor de las estrellas.

Pero que emperador fuera del todo,
y vitalicia majestad del uno,
que fuera el éter y que habitará el lodo
y la torta ramos de mi desayuno.

Venga, por Dios, un poco de respeto, 
y aquel día perdimos la paciencia,
y en lugar de la cruz, el amuleto
al cuello nos colgamos de la ciencia.



Aquel fisgón abstracto y timorato,
aquel glorificado absolutista,
no lo mato el materialismo chato,
ni la bomba infantil del anarquista.

Y es que Dios no es la espiga ni el minuto,
ni la azarosa historia y sus abismos.
Dios es la copa, el chute y el canuto,
los martes y trece de nosotros mismos.


Este tema se llamó inicialmente "COPLA AL MONOTEÍSTA DON DIOS, PARA SER CANTADA CON MUCHO VINO TINTO", posteriormente se quedó en "LOS MARTES TRECE DE NOSOTROS MISMOS", por último el grupo la llamo "LA PARTE CHUNGA".









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