Introducción


"Hay que detenerse un momento, y mirar al cielo en vez en cuando, y darse cuenta de que A VECES, tienes que hacer las cosas AHORA...
en vez de más TARDE... porque LUEGO... LUEGO puede ser dentro de un montón de años y LUEGO, puede ser ya demasiado TARDE... y lo siguiente a NÚNCA... JAMÁS."

a la libertad...

a la libertad...
Todo lo que no ha salido de mi jaula se encuentra en cursiva

PERDIDOS en un JARDÍN

martes, 23 de septiembre de 2014



Cuando la pena
te embarga,
no soy capaz
de bañarme en tus ojos,
tan sólo te abrazo,
para sujetarte a la tierra
y que no se te lleve el viento.





Que suerte tiene,
la veleta del campanario,
que siempre sabe
por donde le da el aire.
Nosotros al contrario.

Tus lágrimas de ceniza,
yo las voy recogiendo.
Sin que nadie me vea,
con el dedo pulgar
las voy meciendo.

Y entre las cenizas mis brasas.
Esas que ya no queman,
esas que antes quemaban.
Y las tiro al jardín;
al jardín de mi infancia.

Me viene el recuerdo
de ese jardín de obreros,
que era un balcón,
con dos maceteros.
Con cuatro mustios geranios
y dos o tres cigarros apagados.
Con papeles de plástico,
papeles de caramelos,
chicles mal comidos.

Y sin olor a tierra húmeda,
después de haber llovido.

Y lloro.
Me consuelo contigo.
Me consuelo contigo y con mi mano,

pues tiene la luz apagada el faro.
Menos mal que de vez en cuando,
tienes velas para encenderlo.
Velas de aire,
velas de fuego,
y con esas velas tu calor y el mío.
Será que no me conformo,
con mirar desde la otra orilla,
será que no me conformo.


Por eso de vez en cuando,
creo guerras y conflictos,
que se arreglan con blancos tiros.


Y en el armisticio,
mi corazón sueña,
con ser tu corazón.


Y en el armisticio,
me rindo y caigo delante de ti,
que putada, nunca caigo de pie.


Y en el armisticio,
mi declaración:
Si supieras cuanto amor tengo,
no cabe en el mundo tanto,

demasiado amor por dar.
Pero  lo tengo encerrado,
por si lo saco y me arañan.
Por si me hacen prisionero,

con cantos, liras y flautas, 
las sirenas del mañana.

Me tiene atado, bien atado.
El que se extraña que haya charcos en las nubes,
el que se extraña de los túneles de los macarrones.
Aquel que cruje la casa de los caracoles,
y al que desde el asiento de atrás,

en los días de lluvía,
le llora el coche y nuestros corazones.
El que no ve en el arco iris los colores,
el que se pone corbata en los colchones.







Me cago en el armisticio, 
y en las concesiones.
y te construyo un cordel de luciérnagas,
para que cuando te corras,
me ilumine la luz de tu cometa.
Y los dos abrazaditos, secaremos

sus cuencos llenos de zumos de los charcos.
Y los dos mirándonos...quemaremos
los nidos construidos con nuestras dudas.

Mis SUEÑOS

jueves, 18 de septiembre de 2014

Mis sueños se han conformado.
Mis sueños son esto que leéis,
mis sueños ya no son míos.
Mis sueños son propiedad...
propiedad de mi crecida simiente.
Son ya... todos suyos.
Mis sueños ya no son sueños,
Mis sueños se han convertido en años.




¿No tendrás tú una brisa mañanera?
que me los devuelva un día cualquiera,
tranquila, que no necesito que sea ahora.

porque ahora...
ahora...
ahora pinto en las piedras,
pinto en los arboles,
pinto poemas.

Pinto este sueño,
quizás el último,
oda sin dueño.

No...
no me lo creo.
Quizás no sea un sueño,
quizás sea el recuerdo.

No,
no me lo creo.
¿Y si el recuerdo es un sueño?
¿y si mi sueño me sueña?

Que es todo tan feo por fuera,
que no lo soporto. 
Mi mano me escribe 
me dicta tan adentro,
que por dentro si pudiera...

Ay, si pudiera.
Hacerlo bonito sería mi bandera
¿y si mi sueño me sueña?
que es todo tan feo por fuera,
que no lo soporto. 
Mi mano me escribe 
me dicta tan adentro,
que por dentro si pudiera...

Ay, si pudiera.
Y es ahora cuando me río,
y me sueño con tu culo,
sus formas y su rocío.

Ay, si pudiera,
notar cuando sonrío,
que por mis comisuras

va y viene el gentío.

Ay, si pudiera,
Por mis arrugas pasean
los pastores y ganadero
con sus rebaños sin rencores,
y también los agricultores
con sus frutos sin pudores.




Ay, si pudiera,
notar cuando sonrío,
sus manos encallecidas,
el palpito de sus corazones.


Ay, si pudiera,
mis tres corazones
son mis motores,
con los que surco mares,
cuyos nombres 

se desconocen.

Ay, si pudiera,guardarlo todo,
en cajas de colores.
Guardarlo todo...
Todo... menos mis amores.

Y hablando de colores,
porque no había amores,
apareciste tú, vestidita de azul.
Cantándome en eterna unión,
con una bandada de aves.
escapando de mi visión.

Y yo esperándote en una blanca iglesia.
Iglesia blanca sin Cruz.
Esperando tu comunión.
Esperando...


Sueño, despierto, sueño.

¿de verdad eres tú?

Sigo esperando.
Esperando tu amor.
Esperando.
Siempre esperando.
No me canso de esperar.

¿No tendrás tú una brisa mañanera?
¿una que me saque de ésta espera?
Que me despierte de estos sueños,
y que me haga el amor.
Que mis sueños ya no son sueños.
Mis sueños se han conformado.
Mis sueños han dejado de ser sueños.
Mis sueños se han convertido en años.

¿No tendrás tú una brisa mañanera?
Que me los devuelva todos, por favor,
que me los devuelva un día cualquiera.
que cuando despierte sea una canción.

CUENTOS CONSTITUTIVOS a la VIDA

jueves, 11 de septiembre de 2014

El sol me aconseja
que espere el salir de la luna.
Y le cuento al sol y a la vida,
que ésta ya no me espera,
que acabo con mi primavera,
una tormenta traicionera.
Por eso la luna ya no me corteja.

Y le cuento a la vida,
que te quiero compañera,
que no me gusta vivir sin más.
Que la ternura me la gasta el papel,
y por eso queda poca, para tu puro burdel.

Y le cuento a la vida loca,
que todas las noches,
espero tu boca.

Y le cuento a la vida,
que tengo en la camita un hueco,
en la que caben tus caderas y tu eco.

Y le cuento muchas cosas...
que me visitan tormentas,
que las hago mis compañeras.

Y le cuento...
que cuando llega la calma,
Vuelvo a ti, por la mañana.

Y le cuento...
cómo invento
cada secreto.





Le cuento donde está,
el recóndito lugar,
donde me oigo gritar,
donde me oigo llorar.

Ese lugar...
donde el corazón
se solidifica.

Ese lugar...
donde quedan los recuerdos
de nuestros abrazos calientes.
¿Es que ya no los sientes?

Ese lugar...

donde aun coexisten
nuestros cuerpos jóvenes.

Ese lugar...

de sueños y recuerdos.
Nuestras sensaciones,
¿de verdad que no las sientes?

Las tormentas son las únicas,
son las únicas qué me preguntan.
¿Donde está ese lugar?
En el que me harto de gritar.

Yo no contesto,

sólo las miro.

Yo no contesto,

sólo deseo.


CUATRO ESTACIONES CONTIGO

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Nuestro amor comenzó en OTOÑO
te conocí entre barras de pan duro.
Bombos y timbales, que tú ya lo sabes.
Caían las hojas con nuestros nombres,
eran hojas de árboles perennes
Por eso la gente por nosotros,
no daba crédito a nuestros futuros.

Y tú a mi vera, mientras caminando
No veías mis piedras ni su dureza.

Y yo, en tu coño siempre pensando
no veía tus gotas de delicadeza.

No podía imaginar que tus raíces,
germinaran conmigo.
Me creía un campo yermo,
aún lo sigo creyendo.
luego llego el INVIERNO
y seguías andando con mi sino.
Era un lindo infierno,
tu fuego y el mío,
tus pechos junto a mi pecho.
En la casa que habitamos,
muy cerca del río,
en la piedra fría de sus paredes,
se escribieron cuatro nombres
Bombos y timbales, que tú ya lo sabes.
Uno de los nombres lo escribió una mecedora
de madera barnizada al lado de la chimenea.
Con tus efluvios, los míos,
y las mañanas de marzo con r
ocío,
soñaba con pintar esa mecedora
con cuerda y clavos al suelo,
para atar tú vaivén y el mío.
Que traidora la PRIMAVERA,
la lluvia y las nubes
nos pintaban el arco iris.
Y le preguntábamos al vencejo,
si también veía los colores
de ese arco iris por las noches.
Y te preguntaba a ti:
por los besos. ¿Te daba algún beso?
Y tú sólo mirabas al cielo,
y me cantabas 
amargas canciones  
enemigas de las noches
compuestas por tu padre
"verdegeaban, brillantes
Los campos zufarienses"
y reíamos, 
y las luciérnagas
te rodeaban.



Pero cuando el canto cesó,
yo no supe consolarte.
Y para que te olvidases,
por la noche
intentaba regalarte las uvas
de ese racimo de estrellas.
por el día me dedicaba
a deshacer nidos de golondrinas,
para que no manchasen de cacas
tus veredas femeninas.
Y después de limpiar,
a estudiar como escalar,
tus murallones de piedra,
tus murallones de roca
Al caer la noche, al principio con ternura,
en el edredón, probaba tus endrinas,
y una vez borracho levantaba la copa,
el cerebro me obnubilaba.
Cabalgaba y cabalgaba,
que se pare todo,
que no se acabe nunca,
pero siempre se acababa.
El calor de nuestro fuego
dio paso al VERANO,
quemando lo verde
dejándolo amarillo.
No había bastante agua,
y mi volar se quedó en el olvido.
Mi volar y el beso,
que le ofrecí a la tierra
cuando casi rozo el cielo.
Ahora mis alas, reposan en la sombra,
donde los nidos descansan,
entre las ramas del avellano.
Y antes de que caigan las hojas,
cortaré un par de ellas,
y unos bastones dulces me haré.
Para cuando estés lejos,
me ayuden a irte a ver.
Cuando a las flores
las habite el olvido,
no sientas pena amor mío,
qué aún quedará el mirar de las fotos
por los ojos de nuestros hijos.
Y que les quede esto grabado
por si acaso la cabeza,
me juega una mala pasada.
O por si te la juega a ti,
Y al final de todo
que se nos lleven
en una mortal redada.
Haciendo algo malo,
haciendo algo bello.

ALTAFULLA




Se descalzaba el agua
bajo tus pies.
Te hablaba la espuma,
una, dos y tres.
Te peinaba la brisa,
acariciaba tu tez.
El aroma a mar,
junto a tu caminar.

Y las olas rompieron,
tu horizonte,
tu sonrojar.


Los oídos sumergidos...
Y yo...
Cogidito de tus ojos,
no me atrevía a mirar.
Y yo...
Cogidito de tus gotas,
quería probar tu sal.


Las piñas retozaban
junto a conchas rotas,
que parecían cantar.
Descubrí el lugar
donde se amaban.
La pradera y el arenal.

Y tú...
Junto a la arena,
vestías de lila
por fuera.

De blanco
en el pinar.

Por dentro
azul.

Azul
en el mar.

Que follón de colores,
fué el trasnochar.
Eso, eso, la culpa,
del trasnochar.



RÁFAGAS

Cada día a la misma hora,
de tu sonrisa
nace una poesía.
Cada día a la misma hora,
ráfaga de suspiros
y de mi guerra pérdida,
surge otra poesía.
Cada día a la misma hora,
en cualquier estación,
en cualquier cafetería,
esperando el mismo tren...

y tú... en el otro anden






doblus sentidismus pro novis ora

Y me recuerdo 
cuando me llamaban 
satélite,
satélite de un mónton de planetas,
lunas en la sala zeta.

Empieza a oler a quemado...
será que estoy cocinando,
a fuego lento.
Y mientras la mesa puesta,
los platos vacíos.
Agua, agua, agua.
Sigue oliendo a quemado,
debe de ser que llevo,
el freno mano echado,
desde que paré a observar,
cómo bailaba el trigal,
al son de este vendaval.





Cada día a la misma hora,

en mi espejo sale la Luna

Cada día a la misma hora,
Me vuelvo, y tú no estás.
Intento huir
Intento volar
No puedo
Me mojas mis alas de mariposa
Ahogas mis gritos
No me despiertes.
Déjame soñar,
aunque no cumpla los requisitos.



Déjame soñar.

Mierda de sueño.
Mierda de canción.

Que este encoñamiento
me provoca desazón
A ver si llega pronto la noche,
y deja de roerme el corazón.
Que mierda de deseo
que sin razón.
A ver si la mano que me mece
acaba y hace correrme
para conciliar el sueño.
A ver si mañana empiezo mejor
A ver si se va este veneno
y se limpia el corazón.

HOMBRE OBJETO




Si tengo que ser un hombre objeto,
que sea un llavero.
El que guarda la llave
de tu deseo.

O un vulgar pañuelo
que amordace
el sonido de tu gemido.

También la goma,
la que sujeta tu pelo,
del aire mañanero,
para que pueda
 ser yo,
el primero en acariciártelo.

O un libro de poemas
dedicado a ti entero.

Si tengo que ser un hombre objeto,
que sea una manta,
en las frías noches de enero.

O en la pared un calendario,
y en rojo el día de tu cumpleaños.

Unos grilletes tobilleros,
para abrirte de piernas.
Qué pa que?

pa que va ser,
pa meterme dentro...

dentro de ti.

Un frasco de tu perfume,
para a cualquier hora olerte
y se me ponga tiesa siempre.



O un reloj de arena,
con tus polvos en el desierto,
que me de la hora
y te diga que te pervierto.

O un mojón del Pirineo,
para que no se pierda,
tu gozar en mi bamboleo.

Y si te cabreas,
un montón de papeles rotos
donde ponga 
vete a la mierda,
que no te quiero.

MENSAJES en BOTELLA

sábado, 6 de septiembre de 2014

Subí al collado de San Antón.
En la mochila un montón de botellas.
Botellas vacías, llenas de aire del valle.



Me encontré a una oruga verde,
y le pregunté donde iba.
"Voy a donde me lleven mis pies
Donde haya más podredumbre
Voy descalza por los humedales
Y he abandonado mi hogar
las piedras, y las hojas son mis lares
-Adiós amiga oruga-, adiós amigo hombre"
Continuo subiendo y los hilos de las arañas
Van tejiendo mi vestido
ayudadas por el pinar




Pinar que un día fue campo,
pinar vencedor final.
Y por el sendero,
hongos, musgos, y setas,
Yo voy con mi mochila, 
y con un montón de botellas.
En media hora, alcanzo la pista,
y mientras mis pies,
recorren las holladuras,
limpiadas y recordadas,
de Ángel el herrero

y su primo Julián.
En media hora tengo que dar respuesta,
a las preguntas de mis mariposas.
Solana en la pista
y a sombra de unos buitres
mi cabeza cobija.
Ya no recuerdo
a quien tengo que mandar,
todos esos mensajes en botella.
Arriba, no hay mar.
Ni Riachuelos, ni barranqueras.
¿Dónde podré mandar tantos mensajes?
¿Dónde lanzaré tantas botellas?
Aquí solo soy, un náufrago
sin amigos, sin familia,
Soy una canción
a la que le falta
un fragmento
Soy una canción,
una melodía inacabada.
Necesito un río
para que me llegue su clamor,
para que me recuerde,
que no he olvidado escuchar,
que no he olvidado pensar.
Al llegar a mi destino,
mis únicos acompañantes,
las mariposas y la Telera.




El mar es el cielo,
Y las botellas no gravitan

ni dan vueltas, ni giran,
alrededor del gavilán negro.
Tendré que bajar,
se me ha olvidado
atar a mi perro. 
Pero antes de ésto,
le gritare al viento,
que soy un viajero.
Un viajero sin camino,

y cuando anochezca,
le daré la vuelta
al firmamento.
Y lo que es blanco será negro.
Y lo negro....lo negro, blanco.


Y así seguiré caminando.

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